¿Has estado tan triste hasta el punto de querer suicidarte?

Yo sí. 

Soy la menor de cuatro hermanas , y aunque esto sea una bendición, yo no lo veía así. Mi padre pasaba todo el tiempo  en su trabajo, por lo que yo lo veía máximo dos o tres veces al mes. Mientras que mi madre  pasaba en la casa ocupándose  de las tareas del hogar. En mi escuela tuve varias amigas que me querían tanto como yo a ellas, pero con el tiempo, se cambiaron de colegio o se fueron a otros países y ya no pude verlas. Fuera del colegio no podía hacer amiigas  sin tener miedo a que me lastimen o me hagan a un lado.  
A pesar de ser la menor y  la más consentida de mi numerosa familia, me sentía sola. A los nueve años de edad, mi madre, junto con mi hermana me llevaron a una iglesia cristiana, en dodne mi primera impresión fue: wOw, jeje; la alabanza era demasiado genial y la gente grande, también; pero los niños, no eran tan intengradores como yo esperaba que fueran. 
A una hora determinada, mandaron a todos los niños a sus clases.. "-Genial!,pensé, era la oportunidad perfecta para conocer gente y hacer amigos; pero para cuando subí a mi futura clase, la profesora dijo que iría en busca de una silla para mí y tardó mucho en volver. Me sentí sola nuevamente y decidí bajar al culto con mi madre. En mi casa, tenía varios problemas con una de mis hermanas, quien no se cansaba de reprocharme el hecho de que yo sea la menor, y por ende la más consentida, además de acusarme de ser un problema para la familia.Con esto, y mis anteriores problemas de integración pensé varias veces en el suicidio, pero gracias a Dios, nunca fui capaz de hacerlo.
  Escuchaba varias voces en mi cabeza que me decían: ¿qué haces aquí?, ¡Tú no sirves para nada!, ¡Nadie se da cuenta de que existes!, ¡Todo sería mejor si no hubieras nacido! Quería morirme ...
Más tarde, mi madre pidió que la iglesia orara por nuestra familia, no porque yo se lo haya contado, sino porque ella lo sintió en su corazón, y poco a poco las cosas fueron cambiando. En la escuela, conocí gente nueva y en mi casa, mi hermana quedó embarazada y pronto tuve un nuevo amiguito con quien jugar. Pasado un tiempo, aún con miedo al rechazo, entré a las clases de mi iglesia y pude conocer verdaderamente a los niños, que según yo, no eran tan integradores hasta ese entonces.


Parte de mi familia, era mi abuelita, quien tras una caída muy fuerte, perdió la memoria y vino a vivir con nosotros. A pesar de que yo no la conocía mucho, pronto nos hicimos grandes amigas y pude compartir con ella la gran parte de mi vida. Las cosas parecían mejorar, y poco a poco yo me convertí en una persona más sociable y una buena compañera para la gente que me rodeaba. Lamentablemente, conforme pasaba el tiempo, mi abuelita se enfermó más y se cayó nuevamente; pero esta vez, tuvo que ser internada en un acilo. Nuevamente, estaba triste. 
A pesar de ya tener más amigos y amigas, me sentía sola y vacía, como si todo el proceso que hubo en mi vida se hubiera ido a la basura y empecé a escuchar nuevamente voces en mi cabeza. 
Para ese entonces, yo ya era más grande y estaba integrada en programas, clubes y campamentos de mi colegio e iglesia. Decidí bautizarme y brindar totalmente mi vida a Dios, superando mi pasado, viviendo al máximo mi presente y pensando en mi futuro.  Mi relación con mi hermana mejoró muchísimo y yo tenía otra ideas sobre el sentido d e mi vida.
Hace un año, mi abuelita falleció, y apesar de ser un golpe muy fuerte, he sabido superarlo con la ayuda de Dios, de mi familia y de mis amigos. Hace 8 meses tuve la oportunidad de vivir un retiro al que relamente quería ir,  en el que conocí mucho más sobre Dios y sobre mi misma. En este tiempo, sinceramente, escuché una vez, esas voces sileciosas, pero tuve amigos que me pudieron parar a tiempo y no permitieron que piense más en ello.  Y de hecho, ya no pienso más en el suicidio,sino en rescatar vidas para Dios y servirle totalmente a Él. No puedo borrar mi pasado, porque de hecho, fue este pasado el que hizo que yo aprenda a madurar y a valorarme más. 
Tengo más amigos; con los que a pesar de tener problemas continaumente los quiero mucho y quiero lo mejor para ellos. La relación mi familia, ha mejorado, no somOs mejores amigOs... pero ha mejorado...  
Hoy puedo que he cambiado y que ando en busca de la felicidad! =)
Mi vida dio un giro total, y sí tengo problemas , como todos, pero esta vez veo la mano de Dios junto a mí para levantarme..